El telescopio Alfonso Serrano, perteneciente a la UNAM e instalado en Puebla, ha representado una de las mayores inversiones en ciencia que ha hecho México.
El telescopio se encuentra en un observatorio construido con la fuerza de un búnker. Su construcción tomó 20 años, así como la colaboración de México con Estados Unidos.
Para crear esta visión de tecnología y ciencia fue necesario utilizar 3,800 camiones de material, incluyendo grúas que participaran con la labor de construcción y montaje. Las grúas requerían poder levantar hasta 150 toneladas.
Transportar, mover y acomodar los materiales en la punta de la Sierra Negra poblana no fue una labor sencilla. Pero gracias nuestra tecnología y la de quienes colaboraron, la visión del científico mexicano Alfonso Serrano culminó tras dos décadas de trabajo.
El observatorio cubre dos tercios del cielo, funciona las 24 horas del día, los 365 días del año y ha traído grandes satisfacciones a la comunidad científica nacional e internacional, como lo fue participar en la primer fotografía de un hoyo negro, al formar parte del proyecto Event Horizon.
¿Cómo fue montar el telescopio Alfonso Serrano?
Fue una tarea que exigió soluciones innovadoras. El camino no estaba preparado para tanto peso y la altura no permitía que las soldaduras se realizarán facilmente. Sin embargo, el trabajo experto de ingenieros y científicos colaborando hombro con hombro permitió que el observatorio llegara a buen puerto.
Aquí puedes observar algunas imágenes del proceso de montaje.
Para que un observatorio aguante no sólo el peso del telescopio, sino también la fuerza de los rayos gamma, requiere de material muy denso y por lo tanto, pesado. Por ello, una grúa fue la mejor aliada para poder transportar y acomodar los materiales.
La ventaja de contar con la tecnología de buenas grúas y expertos en maniobras, como los que encuentras en Grúas Salas. Si tienes un proyecto que exige visión e innovación, nosotros podemos ayudarte. ¡Trabajemos juntos!.